Marionetas del loco creador

Es difícil imaginar un parecido entre tu mundo y el mío. Para mi todo de color de rosa, tan fácil y sin sufrimiento. No veo dudas solo convicciones, en cambio, el tuyo se pinta de colores oscuros, nada parecidos a mi rosa pastel; tu mundo grita al mismo tiempo que susurra al viento los miedos y pesadillas, en las que yo soy su protagonista.
Huyes cuando te doy un beso, te marchas sin decirme adiós y respiras tranquilo cuando me alejo.
¿Piensas que no lo noto? Miro hacia otro lado y respiro hondo, rezando por que esta pesadilla termine, convencida de que las excusas que me das cuando no miran solo son para evadirte de la gran razón, ese pesado monstruo que nos creo.
Pero no te preocupes, yo me canse, todo se termino, estamos rotos, nuestro amor cayó, se rompió, convirtiéndonos en el vivo reflejo de la contradicción: cariños por fuera, odiados por dentro.
¡Si tú no luchas yo no luchare por los dos! ¿Cómo hago para que lo comprendas? No puedo mas, me entregue al cien por cien, ya no puedo seguir con el peso sobre mi espalda de ser tu guerra, tu defensora y tu enemigo tabú, yo solo quiero ser la que una vez fui, esa joven disfrazada de ángel que bailo oculta tras una mascara mientras que tú, jurabas a la luna rechazar cualquier signo de tu pasado e identidad solo por mi amor, ¿es que acaso de eso ya no te acuerdas? Piénsalo por favor, yo misma me equivoco un millón de veces más una, nos encontramos en la misma situación, los dos somos marionetas en manos de un loco genio creador, nuestro amor dependen de un demente que no sabe reconocer lo que realmente es la pasión descontrolada que ambos sentíamos cuando, desde su vieja máquina de escribir, en un hostal de mala muerte en el peor callejón de la enigmática Londres, escribió el choque de nuestros cuerpos alumbrados solo por luz de fantasía de las velas, notando como tus dedos se deslizaban por el contorno de mi columna vertebral mientras me susurrabas con esa voz rota “hagámoslo antes de que su mente vuelva y la inspiración se valla”
Estoy empezando una revolución, me canse de su dependencia; ya no quiero que nuestro amor sirva de ejemplo para generaciones futuras, no quiero ser representada en teatros y cines, quiero vivir y no morir y que seamos nosotros los que marquemos nuestros pasos, no ningún loco que cree haber creado un mundo ya existente: la fantasía.
Me fui ahora en un momento de distracción, estoy en un tren que me llevará a un lugar no escrito aun, lejos de la lluvia que siempre cubre nuestros días, un lugar donde brille el sol y acaricie mi blanca piel mientras que los problemas dejan de atormentarme. Solo llevo una maleta, evité recuerdos y momentos del pasado, tanto buenos como malos, lo único que quiero recordar de mi vida anterior, es tu rostro, tus facciones en aquella maravillosa noche en la que por primera vez, su locura fue nuestra salvación, la noche en la que hicimos el amor.
¡Por el amor de Dios! Dejemos de ser Romeo y Julieta, escondidos y muertos por amor, dejemos de vivir en papel… sabes que si seguimos con el, nunca podremos volver ha amarnos, tu terminaras envenenado y muerto y yo del dolor por verte así me pegare un tiro en la sien, dando así la impresión a los millones de lectores que seguirán una y otra vez nuestra historia, que por fin, descansaremos en paz, en un mundo mejor.
Sabes que no… siempre será lo mismo, una y otra vez la misma historia, el baile, el juramento, la conspiración, la boda secreta fallida y la muerte…y así el resto de nuestros tiempos; me siento vieja y eso que siempre tendré 17 eternamente, así que, por última vez, ayúdame con la revolución, los escritores dejaran de marcar nuestro destino para así de una vez por todas, podamos por fin cumplir nuestro sueño. ¿Qué me dices, me ayudas?