domingo, 30 de agosto de 2009

De nuevo, uno más.


Con un pintalabios rojo y una falda de vuelo, engatusa y maltrata a conocidos y desconocidos.
Con la melena al viento y sin zapatos de tacón, se olvida de sus negativas anteriores, total, es sábado y cuantos más hombres mejor.
Sintiéndose la más diva del lugar, juega al victimismo, ataque y derribo, se hace querer y adorar.
Más tonto es él por jugar sin jugar, más mezquina ella, por luego pasar.
Todos marionetas de la pasión, que clava los objetivos sin razón.

jueves, 27 de agosto de 2009

Crítica a un mundo perdido.


Hace varios años que me veo en un camino sin fin.
Se siguen tendencias que en menos de años derivan en nuevas en unas nuevas, que a su vez, generan más y más tendencias absurdas, que buscan ser únicas y originales.
Y yo pregunto ¿en este momento, qué es único y original? Permitirme decir, que estoy hablando de una utopia, de especies extinguidas que ni siquiera están en nuestras memorias.
Desde las más antiguas tribus urbanas hasta lo que hoy predomina en la calle, tenemos donde escoger, estilo, música… e incluso gustos al relacionarte, todo eso, va dictado las directrices de nuestras vidas.
¿Triste no?
Sinceramente si. Desde nuestro corte de pelo hasta nuestro calzado, pasando por lo más oculto de lo que somos, nos transformamos en copias andantes, sin cerebro ni fuerza para evitarlo.
De nuevo, retomo el camino sin fin, con tenderetes a mi alrededor, que me engatusan y seducen hacia nuevos golpes en mi vida.
Si, este mundo se va a la mierda y lo peor de todo, nosotros y nuestras tendencias, somos los culpables.

domingo, 9 de agosto de 2009

simpleza.

Por mucho que mires el reloj, el tiempo no pasa más rápido.
Da igual que en tu rostro se dibuje una sonrisa, no la sientes. Empastes y arrugas formados por la hipocresía.
¡Que corra el alcohol! Todo se ve más sencillo con ese viejo amigo.
Venga ven, pon una música sensual sin contenido, venga ven, vuelve otra vez al absurdo.
¡Que corra el alcohol!
Un grito de guerra para los sábados. Un lema para la simpleza de los complicados.