miércoles, 9 de diciembre de 2009


Y que hago yo para explicar que los flasback me golpean, me arrojan hacía el pasado antes de que yo consiga salir del dolor de tu marcha. No puedo gritar que “por y para siempre” porque esos términos parecen que ya no existen en nuestras mentes.
Ahora el piano toca una melodía con lágrimas mientras todos preguntan que te pasa, nadie se imagina que ya no nos queremos.
No hace una eternidad que nos conocemos, el bienio queda lejos y nuestro primer beso aún esta caliente y escondido en nuestros labios. Me niego a pensar que todo fue una escusa barata del destino, de juntarnos, de crear un falso amor en nuestros corazones y después huir, dejando el no tan falso vacío de su presencia.
Y aunque la lluvia moje mi cabello, colándose en los mas hondo de mi ser, no dejo de pensar que quizás ese martes hubiese sido la razón de terminar. De nuevo flasbacks, planos difusos, gritos y discusión en las paredes blancas sin luz. Otra vez un destino torturador jugando con mis piernas; tu casa parece insólita desde mi visión, tu mirada en la ventana, tus ojos picaros tras el cristal y por una vez, tu sonrisa no me espera.
Ni médicos ni enfermeras, no más clichés en nuestra relación. Solo pido que nos miremos y seamos sinceros. Ya sé que no habrá más “por y para siempre” pero me da igual... total, nada es eterno, nosotros no íbamos a ser menos. Lejos quedan los momentos de cigarrillos en la playa y risas bajo el sol, todo eso corre en una solo dirección y no soy yo.

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